En el día de Santiago apóstol, arrancamos con toda la ilusión un nuevo proyecto editorial repleto de sentido, con el que pretendemos continuar y complementar la labor que iniciamos con Laus Hispaniae. 

Estamos convencidos de que la idea de España va unida desde el origen al cristianismo, y más concretamente al catolicismo. Desde esta convicción personal, la misión que nos proponemos ahora es defender y divulgar la fe católica, transmitida de generación en generación desde los apóstoles hasta el día de hoy, que es la verdad revelada por Dios, y por tanto una e inmutable; difundir los que siempre enseñó la Iglesia católica, la única verdadera, fundada por Jesucristo, y el testimonio de vida de los santos; divulgar el inmenso legado que la tradición cristiana milenaria ha transmitido a través del arte; transmitir las enseñazas de la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, y de sus santos doctores… Todo ello desde la convicción de que solo Dios, uno y trino, creador de todo lo que existe, a través de la Iglesia fundada por su único Hijo, que entregó su vida por la redención del hombre, puede dar sentido y esperanza a la humanidad en esta época en la que todo parece decaer ante nuestros ojos. 

Porque, por mucho que nos quieran convercer de lo contrario en esta dictadura del relativismo en la que estamos inmersos, existe una Verdad absoluta, eterna e invariable, que es Jesucristo mismo, Camino, Verdad y Vida. Como dijo el gran Benedicto XVI, cuando era un joven sacerdote, en una de sus primeras homilías: «Sabemos que los horrores de la decadencia del mundo viejo son los dolores de parto del mundo nuevo. […] Así pues, ¿hay todavía algo que esperar? Sí. ¿Hay todavía un Adviento? Sí. En apertura a la salvación plena que solo acontecerá cuando Cristo, y solo él, sea rey».